Parecía mentira, después de ver a todos los patos participantes -como nunca- llegados de mil lugares (Salamanca, Madrid, Ourense, los locales de Valladolid, la menda de Zamora...), quien iba a pensar que mi patabruja, que defendía título, iba a consagrarse campeona de esta tercera edición ¡Yujuuuu!
El trofeo, lo más de lo más. Malevo, gracias por convocar.
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Y en la comida...
Terminamos dándolo todo, como que nos bajamos la botellita de crema de orujo que nos pusieron en al mesa para "un chupito" decían. La cosa es brindar por los buenos momentos que pasamos con estos locos jovenzuelos.
Y el owner repartió....
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