jueves, 22 de febrero de 2024

Hablando de Letterbox

El pasado 15 de febrero envié a publicar una letterbox. Una letter sencilla y con miras a ser nocturna. Todo ello en preparación para el Ourense Termal de 2024, había que darle variedad a los asistentes a este evento.

La intención era que el geocacher se sumergiera en la historia, darle ese misterio propio de un caché nocturno y para el que se había puesto una serie de reflectantes en el camino. Dos maneras de llegar al cache, siguiendo la historia y siguiendo los reflectantes. Se trata de un recorrido corto que te lleva a una ubicación final conocida por los geocachers locales y poco conocida por los turistas.

Días después me comunican que este caché no puede ver la luz según está porque no se le da uso al GPS. 

Sin duda alguna eso me sorprendió, porque es primordial y necesario el uso del GPS para ubicarse en las coordenadas iniciales.
La explicación del concepto del uso del GPS en este caché y facilitando otra letterbox publicada recientemente en la zona, la respuesta vuelve a ser la misma. No.

Comentado con el equipo de revisores el otro ejemplo( y el suyo), pudo ser un error y se hará lo que se tenga que hacer, cabe recordar respecto al cache que manda por favor léase las Normas donde se indica claramente que la existencia de otros caches no presupone precedente alguno respecto a la publicación de otros.

Es curioso como siempre, SIEMPRE, que se presenta una comparativa, el otro caché es el que está erróneamente publicado. Y ahí llegamos a que por qué unos sí y otros no.

Comentado este inconveniente con el grupo asistente, el propio Beaypepe dice que él tiene varias así, y justamente acababa de añadirle waypoints a una de ellas para darle más vidilla. 

¿Cómo terminó la cosa? Pues añadiendo 4 waypoints en cada uno de los puntos reflectantes. ¡Tremenda tontería! Así que ahora tenemos un caché que requería, en parte una linterna, pero ya no será necesaria, déjate llevar por los waypoints.

AÑADIDO EL 15/03/2024

Y hoy, que estoy de lo más ociosa documentándome y ejerciendo de sheriff - como le gusta decir a una geocacher amiga- no he tenido que hacer gran búsqueda, a la primera de cambio.

Letters que se presentan como se presentó la mía; seguir una historia o información para llegar a las coordenadas finales. Como se suele decir #OtroCasoAislado

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La bruma nocturna envolvía las orillas del río Miño en Ourense cuando Carol, una apasionada geocacher, recibió una misteriosa invitación en línea. El mensaje anónimo la desafiaba a encontrar un sello único, rumoreado como el tesoro más esquivo de la región, estanparlo en su preciado libro de colección de sellos y esconderlo para que otros geocachers puedan completar la colección. Intrigada, Carol no pudo resistir la tentación y decidió aventurarse en la oscuridad de la noche, guiada solo por las coordenadas digitales y su instinto.

Siguiendo las indicaciones de su GPS, Carol se adentró en los bosques que bordeaban el río Miño. La luz de la luna filtrándose entre las ramas añadía un aire místico al ambiente, pero la geocacher estaba decidida a desentrañar el enigma. A medida que avanzaba, notó inscripciones, destellos desde los árboles, como si fueran mensajes cifrados. Desentrañarlos se convirtió en parte del desafío, seguir la línea imaginaria que creaban, era otro.

El sonido del agua susurrando a lo largo del río acompañaba a Carol mientras se aproximaba a lo que parecía la ubicación indicada. De repente, entre las sombras, vislumbró una figura. Un hombre mayor, vestido con una capa y sosteniendo un caldero junto a una bomba de agua.
 
Decidió sentarse en la esquina, alejarse de él. ¿Qué hacía este hombre aquí? Necesitaba estar sola, buscar tranquilamente y encontrar, por fin, su apreciado sello.

El anciano señaló hacia el río. "La respuesta a tu próximo desafío se encuentra en las aguas que conocen todos los secretos", murmuró antes de desaparecer en la oscuridad.

Intrigada y emocionada por el siguiente capítulo de su búsqueda, Carol se sumergió en el desafío de encontrar el caché que justo allí, donde se había sentado, descansaba. Y así se hizo con el primer sello de una serie que le deparaba grandes aventuras.

Así, entre misterios, inscripciones y la magia de la noche en Ourense, Carol continuó su camino, con la certeza de que estaba inmersa en algo más grande de lo que podría haber imaginado.

 

El sello no es un objeto de intercambio, por favor, déjalo en el contenedor.

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